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Mostrando las entradas de enero, 2019

La complejidad del cuerpo

Ante una figura bastardeada, golpeada, violada y cosificada por siglos y siglos, es hasta redundante la problemática de nuestra percepción hacia nuestros cuerpos. Son deformes, flacos, gordos, huesudos, celulitis, arruguitas… la alta, la petisa, la que calza 41 y la que calza 36. Esas etiquetas tan siniestras que persiguen un único objetivo: odiarnos. Odiarnos para generar más consumo, tanto económico como sexual. Somos el cebo de toda una ideología que nos termina asesinando. Y si mi pareja no me mata, yo lo hago cuando rechazo la comida, me depilo y sangra, el Estado que me obliga abortar con lo que una tenga a mano, se nos mutila las orejas de bebés, se nos enseña el patriarcado en crudo a través de juguetes específicos Lo que está mal es pertenecer.

Sustracción de la identidad: II

II La copia se aparece cuando unx menos se lo espera. Te analiza y luego te quiere convencer de que en realidad sos vos quien se está copiando. Insisto con el problema de la originalidad. A continuación, una lista de frases que ayudan a detectar a una copia: -Yo también. -Estás como yo. -Estoy igual. -Me pasa exactamente lo mismo. Verdaderamente hay más pero en este preciso momento de furia discursiva, no las recuerdo. Entonces podría temerle, además, a los espejos. ¿Qué mejor copia? No. La verdad que no.  Esto es distinto. La cuestión del otro que se focaliza en una, en mí, cual ser vacío y carente de personalidad. Ahí arranca el proceso gradual de copia. Y me da miedo. Yo no soy quien ella dice que soy. Compite conmigo. Juega con mis dudas y temores.

El lenguaje como obstáculo - I [Full Album]

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Ultima carta de Cortázar a Pizarnik.

París, 9 de septiembre de 1971    Mi querida, tu carta de julio me llega en septiembre, espero que entre tanto estés ya de regreso en tu casa. Hemos compartido hospitales, aunque por motivos diferentes; la mía es harto banal, un accidente de auto que estuvo a punto de.    Pero vos, vos, ¿te das realmente cuenta de todo lo que me escribís? Sí, desde luego te das cuenta, y sin embargo no te acepto así, no te quiero así, yo te quiero viva, burra, y date cuenta que te estoy hablando del lenguaje mismo del cariño y la confianza –y todo eso, carajo, está del lado de la vida y no de la muerte.     Quiero otra carta tuya, pronto, una carta tuya. Eso otro es también vos, lo sé, pero no es todo y demás no es lo mejor de vos. Salir por esa puerta es falso en tu caso, lo siento como si se tratara de mí mismo.   El poder poético es tuyo, lo sabés, lo sabemos todos los que te leemos; y ya no vivimos los tiempos en que ese poder era el antagonist...

Soy mujer de Alejandra Pizarnik

Soy mujer.  Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea.  Es el calor de las otras mujeres,  de aquellas que no conocí,  pero que forjaron un suelo común,  de aquellas que amé aunque no me amaron,  de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible,   luchador,  de piel suave y tierno corazón guerrero.
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Acto involuntario

Me había convencido de que iba a ser la última vez que lloraría. Siempre tengo que llorar, poner cara de ¡pobrecita!, arrugar un poquito la nariz y la sonrisa dada vuelta. Ahí arranco a lagrimear. Y la verdad es que estoy furibunda, lloro porque sí. A veces está buenísimo canalizar toda la mierda que nos toca vivir en este mundo a través de la lagrimita, gritar, saltar, patear la cama. Muy bonito. Pero cuando se llora por la desvalorización, el futuro que nos trae la muerte, la comodidad injusta, el cansancio… ¿qué? Lloro porque a-b-c Lloro porque d-e-fghijkl………. Una sensación picosa recorre la nariz hacia arriba, comienzan los espasmos y.
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Sustracción de la identidad: I

I Tengo miedo de pensar. También de desear. ¿Existe la originalidad? ¿Será excusa de las millones de copias, copias, copias, copias para sobresalir? ¿Para justificarse? Tengo miedo. Un día, me voy a levantar muy temprano, voy a enchufar la pava del mate mientras mis gatas maúllan insistentemente, me voy a dar vuelta y va a estar allí. Mi copia. Mi copia me va a decir “Buen día, Mery, ya no tenés que preocuparte por vivir”, y me va a matar. Cual concepto fantástico del doble, aunque esto ya es psicosis o algo de la índole psicoanalítica. Lo más grave es que esta inestabilidad mental es de mi copia o mi futura copia. No sé qué hacer. Un día se me antoja un helado de limón. La copia ya se adelantó y se compró un kilo para ella sola porque, casualmente, también estaba caprichosa del mismo sabor. Otro día me ataca el insomnio… pues resulta que la copia ya viene padeciendo de insomnio hace días, ¡y hasta semanas! El plano inconsciente es lo más terrorífico. Mi copia se adu...

Ensenada

Ese eco no me deja en paz. Es un murmullo constante, no puedo pensar, reflexionar mis ideas, sigue, me pone cada vez peor. Y continúa. Siempre escribo sobre la que quiero ser, pero no la que soy. La que soy es una especulación interrumpida por diversas situaciones o momentos. La que tal vez fui no sé de qué manera nombrar…   algo tan efímero. Escribir, borrar, romper. Me avergüenzan mis escritos. Siempre la inferioridad.  ¿Hasta cuándo?