Ensenada


Ese eco no me deja en paz.

Es un murmullo constante, no puedo pensar, reflexionar mis ideas, sigue, me pone cada vez peor. Y continúa. Siempre escribo sobre la que quiero ser, pero no la que soy. La que soy es una especulación interrumpida por diversas situaciones o momentos. La que tal vez fui no sé de qué manera nombrar…  algo tan efímero. Escribir, borrar, romper. Me avergüenzan mis escritos. Siempre la inferioridad. 

¿Hasta cuándo?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Ultima carta de Cortázar a Pizarnik.

Manifiesto del 29 de diciembre